27 de noviembre de 2012

Reseña de EGO de Miriam R. Krüger a salto de mata


Leído, Ego, editado en cuatro idiomas, lo cual nos da la medida de la inteligencia y sabiduría de Miriam que ella misma los traduce.
Versos cortos, trallazos y requiebros, dulzuras, tristuras y espontaneidad de la mirada poética.
Poemas, e ilustraciones. Sublimación de la libertad y el vuelo anclada en tierra en la versión en castellano. Cóctel de la identidad de ser mujer.
Oscuridades, desconsuelo y alegrías de la poeta verso a verso, poemas con sus rimas interiores y versos libres. Hábil conjugación.
La poeta nos va dando claves y huellas de su mapa vital y mortal. El asedio de la ortografía, el dolor e impacto del abandono –el amor es tema recurrente en la herida, el deseo y el optimismo-. La voz y el hacer de la mirada es palabra porque ella es poeta, aunque se enfrente con rebeldía a la condición y detenga en los versos la intención de serlo en un poema en concreto.

Es el poemario el devenir de quien traduce el devenir y su deriva y derivas en la cuña de la introspección, la melancolía es fuerte en la debilidad y en la metafísica de los deseos.
Hay después más trazos existenciales, en la dualidad de vida y muerte que somos todos como ciudades de ideas y culturas de vivencias que digo en mis poemarios y libros de aforismos –no, eso no aparece en mi literatura de terror y horror, o sí, quién sabe-.
Se dan cita el recelo contra el abuso, la memoria de la herida hecha como traición, las incoherencias y atropellos, las propias agonías, y una segura definición, e aquí la hermosura de la poesía de Miriam, como mujer, su esencia, el perfume matérico y metafísico entre las comisuras del despecho y la realidad, un nombre crudo y un hombre que fue algo que sí se puede recordar.

*Julián Sánchez Caramazana
Barcelona, 25-11-2012 

  Julián Sánchez Caramazana: Escritor y periodista español (Barcelona) Licenciado en filosofía política. Ha publicado diversos poemarios, El Blues del Canto Pordiosero, Otros Tiempos y Otras razones. Ha escrito la saga La Soledad del Zombi, 101 Microzombies, Venidos del Miedo, entre otros. Recibio el XXV Premio de Poesía Reina Amalia.