"Paco de Lucía, maestro, con Camarón de La Isla, la que vais a liar en el Cielo." (A.C.)
Hoy estamos de luto. No es necesario haber nacido en
Algeciras o el Campo de Gibraltar, o ser un entendido de la guitarra flamenca,
sobra con estar en el mundo y tener un mínimo de sensibilidad para saber que el
más grande de la guitarra flamenca… ha muerto. No es momento de reseñar aquello
que alguien dijo hace más de 2000 años… “Nadie es profeta en su tierra”, ni de
sacar esas cosas que muchos sabemos y no es hora de comentar… no toca.
No sólo los españoles o amantes de la música, estamos de
luto… el arte, también lo está.
Francisco Sánchez Gómez, “Paco de Lucía”, ha muerto. El
nombre "De Lucía" quedó ligado a él durante su niñez, ya que, como él
mismo cuenta, en su barrio había muchos Pepes, Pacos, etc., y entonces se los
identificaba por el nombre de la madre, por lo que él era conocido como
"Paco, el de Lucía" en el barrio algecireño de La Bajadilla. Nació en
la calle San Francisco de este barrio humilde de esta ciudad que da nombre a
una Bahía.
Y en la playa, cerca del mar, también dejó esta vida. Si, entre dos
aguas. No las del Estrecho, sino que dos orillas más lejanas y ahora unidas…
España y México. Y curiosamente, en la punta más cercana a España, al Estrecho
a su Algeciras. Ya lo decía en ocasiones el gran maestro… “Voy y regreso con la
mente y el corazón a Algeciras, todos los días.”
Según han comunicado el entorno familiar y el mismo Ayuntamiento
de Algeciras, Paco, estaba jugando en la Playa del Carmen, en lo que se conoce
como “El Caribe mexicano”, con sus nietos y en un momento se sintió indispuesto
y se le llevó a un hospital.
Al parecer, Paco falleció en el trayecto. 66 años,
no son tantos años en la vida de una persona normal, en la de Paco… mucho arte
creado y derramado. Es lo que nos lega y quedará `para siempre.
El maestro vivía desde hace un tiempo en Tulum, Península
del Yucatán (México), tras haber vivido en Palma de Mallorca o Toledo, donde se
dejaba ver (poco), con una mezcla irresistible de bonhomía y reclusión. Los que
lo trataron en Mallorca lo recuerdan con una cierta alergia hacia la guitarra,
que dejó de tocar durante un tiempo, con ganas de compartir ratos con gentes
sencillas, alejado de los cenáculos artísticos e intelectuales y dedicado a sus
dos hijos de corta edad. De hecho, no le gustaba salir en los medios de
comunicación y huía de la fama del personaje o artista. Apenas una entrevista
en muchos años.
Y
siempre su arte con la guitarra.
Ya solo su asociación con Camarón de la Isla, la entente de
dos amigos de infancia curtidos en los tablaos que en aquellos setenta andaba
dando sus últimas bocanadas, le habría servido para ingresar en las
enciclopedias de la música popular. Pero habría mucho más. Sus primeros
escarceos con el jazz, por los que fue acusado de bastardización del arte
jondo, datan de finales de la década anterior, cuando colaboró, aunque sin
figurar, en los discos de jazz flamenco del saxofonista navarro Pedro
Iturralde.
A mediados de los 70, fue dando forma a una banda irrepetible,
nutrida del talento de sus hermanos, Pepe de Lucía y Ramón de Algeciras, y los
jóvenes Jorge Pardo, Carles Benavent y Rubem Dantas, con el que se introdujo el
cajón peruano en la ecuación flamenca. La cristalización de la leyenda de
aquella banda única se dio a principios de los 80, con los discos Solo quiero
caminar (1981) y Live... One summer night (1984).
De los ochenta data también su asociación con dos titanes de
la improvisación a las seis cuerdas: Al di Meola y John McLaughlin. Juntos
giraron por todo el mundo asombrando a auditorios de todas las clases y tamaños
con su contagioso virtuosismo.
Además de cruzar flamenco con jazz, De Lucía hizo lo propio
con el blues, la música hindú, la salsa, la bossa nova o la música árabe. También
contribuyó a difuminar la frontera entre la música culta y la popular con
históricos registros en el Teatro Real.
Doctor honoris causa por la Universidad de Cádiz y el
Berklee College of Music, el jurado de los Premios Príncipe de Asturias le
reconoció su "honradez
interpretativa" y su capacidad de trascender "fronteras y estilos" que le convirtieron en "un
músico de dimensión universal". "Todo
cuanto puede expresarse con las seis cuerdas de la guitarra está en sus
manos", destacó el fallo.
El Ayuntamiento de Algeciras, que ha decretado tres días de
luto oficial, está haciendo las gestiones, en contacto con la familia, para
facilitar la posible repatriación del cadáver. Además, se han suspendido todos
los actos municipales previstos para estos días previos al Día de Andalucía.
Para finalizar, me quedo con lo último que subió a su web
oficial, con motivo de la presentación de su último disco, “Paco de Lucía,
ENVIVO, Conciertos España 2010”;
“Ya
echaba de menos hacer un disco en directo. Una grabación en vivo es un lujo,
puedes sentir la respiración de los músicos que están a tu lado, es espontáneo,
festivo, te lo pasas bien. A veces hay fallos, pero te encuentras en un estado
de excitación, en el que la adrenalina te ayuda a encontrar soluciones, casi
siempre sorpresivas y que a veces superan la composición original. Lo que sucede
es real. La energía que se crea en el escenario nunca se conseguiría en un
estudio de grabación. Allí te puedes acercar a la perfección, pero el alma de
la música, es más probable que aparezca en un directo.”. (Paco
de Lucia) Nov. 2011.
"Paco de Lucía, maestro, con Camarón de La Isla, la que vais a liar en el Cielo." (A.C.)
D. E. P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario