27 de febrero de 2014

La Guitarra está de luto.


"Paco de Lucía, maestro, con Camarón de La Isla, la que vais a liar en el Cielo." (A.C.)

Hoy estamos de luto. No es necesario haber nacido en Algeciras o el Campo de Gibraltar, o ser un entendido de la guitarra flamenca, sobra con estar en el mundo y tener un mínimo de sensibilidad para saber que el más grande de la guitarra flamenca… ha muerto. No es momento de reseñar aquello que alguien dijo hace más de 2000 años… “Nadie es profeta en su tierra”, ni de sacar esas cosas que muchos sabemos y no es hora de comentar… no toca.

No sólo los españoles o amantes de la música, estamos de luto… el arte, también lo está.


Francisco Sánchez Gómez, “Paco de Lucía”, ha muerto. El nombre "De Lucía" quedó ligado a él durante su niñez, ya que, como él mismo cuenta, en su barrio había muchos Pepes, Pacos, etc., y entonces se los identificaba por el nombre de la madre, por lo que él era conocido como "Paco, el de Lucía" en el barrio algecireño de La Bajadilla. Nació en la calle San Francisco de este barrio humilde de esta ciudad que da nombre a una Bahía. 

Y en la playa, cerca del mar, también dejó esta vida. Si, entre dos aguas. No las del Estrecho, sino que dos orillas más lejanas y ahora unidas… España y México. Y curiosamente, en la punta más cercana a España, al Estrecho a su Algeciras. Ya lo decía en ocasiones el gran maestro… “Voy y regreso con la mente y el corazón a Algeciras, todos los días.”


Según han comunicado el entorno familiar y el mismo Ayuntamiento de Algeciras, Paco, estaba jugando en la Playa del Carmen, en lo que se conoce como “El Caribe mexicano”, con sus nietos y en un momento se sintió indispuesto y se le llevó a un hospital. 

Al parecer, Paco falleció en el trayecto. 66 años, no son tantos años en la vida de una persona normal, en la de Paco… mucho arte creado y derramado. Es lo que nos lega y quedará `para siempre.

El maestro vivía desde hace un tiempo en Tulum, Península del Yucatán (México), tras haber vivido en Palma de Mallorca o Toledo, donde se dejaba ver (poco), con una mezcla irresistible de bonhomía y reclusión. Los que lo trataron en Mallorca lo recuerdan con una cierta alergia hacia la guitarra, que dejó de tocar durante un tiempo, con ganas de compartir ratos con gentes sencillas, alejado de los cenáculos artísticos e intelectuales y dedicado a sus dos hijos de corta edad. De hecho, no le gustaba salir en los medios de comunicación y huía de la fama del personaje o artista. Apenas una entrevista en muchos años.


Y siempre su arte con la guitarra.



Ya solo su asociación con Camarón de la Isla, la entente de dos amigos de infancia curtidos en los tablaos que en aquellos setenta andaba dando sus últimas bocanadas, le habría servido para ingresar en las enciclopedias de la música popular. Pero habría mucho más. Sus primeros escarceos con el jazz, por los que fue acusado de bastardización del arte jondo, datan de finales de la década anterior, cuando colaboró, aunque sin figurar, en los discos de jazz flamenco del saxofonista navarro Pedro Iturralde. 

A mediados de los 70, fue dando forma a una banda irrepetible, nutrida del talento de sus hermanos, Pepe de Lucía y Ramón de Algeciras, y los jóvenes Jorge Pardo, Carles Benavent y Rubem Dantas, con el que se introdujo el cajón peruano en la ecuación flamenca. La cristalización de la leyenda de aquella banda única se dio a principios de los 80, con los discos Solo quiero caminar (1981) y Live... One summer night (1984).


De los ochenta data también su asociación con dos titanes de la improvisación a las seis cuerdas: Al di Meola y John McLaughlin. Juntos giraron por todo el mundo asombrando a auditorios de todas las clases y tamaños con su contagioso virtuosismo.

Además de cruzar flamenco con jazz, De Lucía hizo lo propio con el blues, la música hindú, la salsa, la bossa nova o la música árabe. También contribuyó a difuminar la frontera entre la música culta y la popular con históricos registros en el Teatro Real.

Doctor honoris causa por la Universidad de Cádiz y el Berklee College of Music, el jurado de los Premios Príncipe de Asturias le reconoció su "honradez interpretativa" y su capacidad de trascender "fronteras y estilos" que le convirtieron en "un músico de dimensión universal". "Todo cuanto puede expresarse con las seis cuerdas de la guitarra está en sus manos", destacó el fallo.


El Ayuntamiento de Algeciras, que ha decretado tres días de luto oficial, está haciendo las gestiones, en contacto con la familia, para facilitar la posible repatriación del cadáver. Además, se han suspendido todos los actos municipales previstos para estos días previos al Día de Andalucía.

Para finalizar, me quedo con lo último que subió a su web oficial, con motivo de la presentación de su último disco, “Paco de Lucía, ENVIVO, Conciertos España 2010”;

“Ya echaba de menos hacer un disco en directo. Una grabación en vivo es un lujo, puedes sentir la respiración de los músicos que están a tu lado, es espontáneo, festivo, te lo pasas bien. A veces hay fallos, pero te encuentras en un estado de excitación, en el que la adrenalina te ayuda a encontrar soluciones, casi siempre sorpresivas y que a veces superan la composición original. Lo que sucede es real. La energía que se crea en el escenario nunca se conseguiría en un estudio de grabación. Allí te puedes acercar a la perfección, pero el alma de la música, es más probable que aparezca en un directo.”. (Paco de Lucia) Nov. 2011.




"Paco de Lucía, maestro, con Camarón de La Isla, la que vais a liar en el Cielo." (A.C.)


D. E. P.

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