Más que cuidar del medio ambiente, uno debe tener la sabiduría para usarlo: después de todo, la naturaleza también provee la comida, la base para vivir en salud en este mundo. Por eso en el cuidado del medio ambiente, la sabiduría común no dice que la eliminación adecuada al final de la vida de los productos, principalmente de envases es esencial para cuidar a nuestro mundo. Después de todo, el reciclaje hoy en día es sinónimo de vida sostenible.
Pensando en una vida sostenible, el agua también merece especial atención. Este recurso vital es uno de los responsables de la inmensa biodiversidad del planeta, y una de las fuentes de energía principal de nuestra sociedad. El uso sin responsabilidad o restricción puede provocar la escasez de este importante derecho, además de agravar el problema del cambio climático y sus fenómenos. Además de conservar agua en casa, usando la forma económica de las actividades cotidianas, es importante saber que un simple papel arrojado a la calle de la ciudad contribuye a obstruir drenajes y tuberías de aguas pluviales. Estos residuos exacerban el problema de las inundaciones y las inundaciones cuando se produce con una lluvia más fuerte las consecuencias se vuelven en contra de nosotros mismos.
En el interior, podemos tomar otras actitudes simples, pero de gran impacto cuando se trata del cuidado del medio ambiente. Si se rompe, no podemos tener un efecto positivo sobre la salud de nuestra familia y la comunidad entera. El reciclaje es el mayor ejemplo de esto. Más de la mitad de la basura que producimos pueden ser recicladas. Una buena actitud genera numerosos beneficios para el medio ambiente, mejora la vida en las ciudades plantea de una manera digna y sostenible ingresos para miles de personas y aún se mueve la economía.
Separar metales, plásticos, papel y vidrio y averiguar acerca de la existencia del servicio de recogida selectiva en su región. Si no existe, póngase en contacto con el Ayuntamiento para informarle que se trata de una demanda de la comunidad. Otra posibilidad es para las cooperativas y combinar un día de la semana para hacer acopio de materiales reciclables en su edificio, en la calle o incluso en el barrio.
Todo cambio de comportamiento comienza con pequeños actos, nuevas actitudes. Con ello cuidamos el medio ambiente y esto no podía ser diferente: sólo dar el primer paso.
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