Buscas en el baúl,
los recuerdos de la niñez.
Las lágrimas,
que en tus mejillas ya no están.
PimPóm, el muñeco de algodón,
el trompo y el tambor.
Se fueron, sin decir adiós.
Y te burlaste de sus vidas,
como un perro a su camada.
Sembraste sin semillas,
cosechas sin razón.
Todo lo tomaste,
mujeres sin amor.
el cáncer te consume,
como un fuego devastador.
Te mueres
balbuceando mi nombre,
ya es tarde, te vas, sin estar.
Ya es tarde para amarte.
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