12 de julio de 2011

Este verano, las vacaciones se van sin nosotros!


Hubo una época que al llegar el verano, en España, la gente se iba de vacaciones. Es más, había hasta turnos, en Julio o en Agosto. Era una forma de desconectar del día a día y a la vez, de ir con niños o solos a otros lugares para disfrutar de ocio, cultura, gastronomía y por que no…de mejor temperatura y protegerse del calor de estas fechas. Habian paquetes de ofertas de viajes y la gente elegía. Pero, esta crisis, que la han descubierto incluso los más incrédulos, está consiguiendo que este verano, sea las vacaciones quien se vaya sin nosotros.



Pues bien, como decíamos antes, la llegada del verano, tradicionalmente sinónimo de buen tiempo, descanso y disfrute, no es siempre una buena noticia para todos. La difícil situación económica que atraviesan millones de familias en España hace que el periodo estival se convirtiera en una fuente de preocupaciones y desasosiego para aquellos que no pueden permitirse irse de vacaciones, y que son muchos en nuestro país. De hecho, la mitad de los españoles se apretará el cinturón por la crisis y optará por disfrutar de sus vacaciones sin salir de casa, fundamentalmente por motivos económicos, según un estudio realizado por la web trabajando.es.

Cuando no hay alternativas

Dentro de ese colectivo, resulta especialmente preocupante la situación de aquellos a los que la lacra del desempleo ha dejado sin alternativas a la hora de disfrutar del descanso veraniego. Este bien podría ser el caso de alguna de las 4.121.801 personas que se encuentran actualmente en el paro, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración. Familias como la de Carmela que, dada su precaria situación económica, ni se plantean salir de vacaciones. Ella tiene 38 años, es madre de tres hijos de 8, 6 y 3 años. Y su esposo, «un viva la virgen», según le describe, no vive con ellos desde marzo. Desde enero, cada mañana se levanta para buscar un empleo que no llega. Vive de llamadas esporádicas que le ofrecen trabajar como camarera de tanto en tanto, pero reconoce que no llega a fin de mes.

Es su madre, funcionaria, la que le echa una mano. El caso de la familia de Carmela es uno más de los 514.000 españoles que viven sin ningún tipo de ingreso en España, un 50 por ciento más que al inicio de la crisis. Según el INE, el 3 por ciento de los hogares españoles vive casi en la indigencia, sin pensión ni ayudas estatales.Y de los que pueden ir de vacaciones, los afortunados,según el estudio de Iluba.com, el 35% opta por recortar el número de días en sus vacaciones para ahorrar, mientras que un 21% busca alternativas diferentes al hotel tradicional para hospedarse.

Hace menos de un año, a Joselito, María y Maribel no les faltaba de nada. Vivían a escasas paradas en metro del centro de la capital y sus progenitores ingresaban unos 3.000 euros cada mes. Ahora cambian las actividades extraescolares por carreras entre las montañas de La Pedriza. Viven en un pequeño piso de Manzanares el Real por el que Carmela ha conseguido pagar tan sólo 450 euros: «Su dueña comprendió mi situación y me rebajó 100 euros el alquiler». En este municipio de más de 7.000 habitantes viven sus familiares. Cerca de ellos era más fácil sobrellevar la difícil situación. Sobre todo si la compartes.


Hay resignados y deprimidos


Su hermano Pedro, de 36 años, vive en el mismo bloque y lleva casi tres años sin empleo. Es electricista, pero «puedo ser lo que necesites», explica resignado ante la falta de expectativas. Reconoce que cada mañana se levanta deprimido. Su esposa, Juanita, auxiliar de geriatría, sólo tenía una única preocupación. Se llama Chari y tiene 20 meses. Sin embargo, hace dos meses que también tuvo que inscribirse en las listas del INEM. En estas circunstancias, plantearse unas vacaciones es una quimera. De hecho, un estudio elaborado por Funcas revela que la mitad de los españoles nunca ha salido fuera de España, fundamentalmente por motivos económicos. Es más, un 15 por ciento nunca ha traspasado las fronteras de su comunidad autónoma. Lo peor, es que un 15 por ciento, es para trabajar fuera y por mucha necesidad.

Antoñita y su marido tienen dos hijos y tampoco encuentran trabajo. Ella, a sus 42 años lleva año y medio desempleada y ya ha renunciado a lograr un empleo de administrativa: «Ya no puedo permitirme seleccionar. Él, de 47, es conductor y lleva tres años en el INEM. El subsidio de 426 euros les da para pagar la hipoteca y comer, que no es poco.

La tensión con la que viven esta situación a veces se vuelve contra ellos. «Siempre pagas las cosas con los que tienes al lado, aunque no tengan culpa ninguna. El trabajo te realiza como persona y no poder encontrar uno te hace sentir inútil», lamenta Gema. «Sólo llaman a los que no cobran el subsidio para rebajar las cifras de paro», explica Gema. Lo peor es que las perspectivas no son buenas, y con la llegada del verano, toca afrontar la dura realidad. Con subsidios de desempleo que apenas dan para que viva una familia –en ocasiones ni eso, ya que muchos ya no cobran el paro–, dependientes de la ayuda de familiares y amigos y llegando a duras a penas a final de mes, la posibilidad de darse el capricho de unas vacaciones veraniegas fuera de casa ni pasa por la mente de millones de familias españolas.

Y para colmo…hasta funcionarios!!

Resulta que, el equipo de gobierno de la Diputación de Almería (PSOE) ha concluido su mandato de la misma forma que lo inició: con polémica y con críticas por su pésima gestión. Si el escándalo de los asesores que trabajaban para el partido, que no pisaban la institución o no conocían a sus jefes marcó los inicios de esta etapa, las protestas y concentraciones de funcionarios y empleados a los que se ha dejado sin vacaciones por falta de dinero están haciendo lo propio en sus últimos días.

Los afectados en este caso, los más de 150 funcionarios y empleados públicos de la residencia asistida, confían en que la llegada, el próximo sábado, del nuevo equipo de gobierno, presidido por Gabriel Amat (PP) pueda poner fin a sus problemas.

Una afectada lamenta que los responsables "se irán de rositas, sin asumir ninguna responsabilidad por lo mal que han gestionado la Diputación".

De momento, unos 40 trabajadores que debían tomar sus vacaciones en la primera quincena de julio se han tenido que mantener en sus puestos porque la institución no tiene dinero para pagar las sustituciones, algo que no había sucedido antes, según destacan los sindicatos Csif, CCOO y UGT, cuyos representantes se han concentrado la pasada semana en señal de protesta.
Un informe del interventor alertando de que no había dinero para pagar los seguros sociales de los nuevos contratos impidió la posibilidad de poner en marcha las sustituciones, han precisado fuentes sindicales.

El presidente de la Diputación en funciones, el socialista Juan Carlos Usero, lo ha justificado diciendo que, para pagar las sustituciones, es necesaria una modificación presupuestaria que debía pasar por pleno, que no podía ser convocado por el equipo de gobierno al estar en funciones.

Sin embargo, tanto los sindicatos como los trabajadores afectados lamentaban que el equipo de gobierno no haya hecho nada antes por solucionar el asunto de las sustituciones, puesto que, a su entender, se veía venir desde hacía tiempo y podría haberse resuelto con un pleno extraordinario.

"El dinero para las sustituciones debe estar en los presupuestos. Si no está, es que se ha gastado en otra cosa".

Entre los perjudicados, se encuentra María Ferrón, una auxiliar de enfermería que ha cumplido ya 14 años en la residencia. Ella ha tenido que renunciar a un viaje a Alemania junto a su marido para visitar a unos familiares. "He tenido suerte, porque nos íbamos en nuestro coche, pero ahora no sé cuándo podré tomarme las vacaciones", dice.

Se da la circunstancia de que María recibió la comunicación por escrito de que debía renunciar a su periodo de descanso el pasado lunes, es decir, tres días después de que debiera iniciarlas, pues le correspondían desde el 1 al 15 de julio. María se muestra indignada porque Usero lamentara que se había tratado de "un despiste". "Estos despistes no se pueden permitir, aunque quienes lo han cometido se irán ahora de rositas, sin asumir ninguna responsabilidad por lo mal que han gestionado la Diputación", dice.

Junto a María se encuentra Juana Montoya, otra auxiliar de enfermería que ha tenido que renunciar forzosamente a sus vacaciones. "Mi pareja y yo teníamos pagado un viaje al Amazonas de 3.600 euros. Menos mal que he podido recuperar el dinero porque pagué con la Visa", advierte. Aún así, ha perdido más de 100 euros que aportó en efectivo para hacer la reserva. Aunque lo que más le preocupa ahora son las dificultades para coger vacaciones. "¿Qué van a hacer ahora, ¿se las van a quitar a otro compañero para dármelas a mí?", se pregunta.
Juana considera absurda la explicación del PSOE, pues dice que "el dinero para las sustituciones debe estar en los presupuestos. Si no está, es que se ha gastado en otra cosa".


Y es que, si estás parado...es que no vas a ningún sitio.


El número de parados que no recibe ningún tipo de prestación por desempleo, incluyendo en estas prestaciones la prestación contributiva por desempleo y la prestación por subsidio ha aumentado en 393.000 personas desde diciembre y se situa en 1.645.000 personas.

Estas personas, a priori, no reciben ningún tipo de ingresos por rendimientos del trabajo ni ninguna ayuda económica por parte de los Servicios Públicos de Empleo.

Pero además de este dato, como explica los datos oficiales, tan pésimo, síntoma del agotamiento de prestaciones por parte de los parados de larga duración y falta de reincorporación al mercado laboral, tenemos otro efecto más negativo todavia.

El número de subsidios se consolida por encima de las prestaciones contributivas de desempleo, Recordemos que los subsidios representan un cobro en torno a los 450 euros/mes, frente una prestación media de desempleo que oscila entre los 750 / 900 euros mensuales.

Evidentemente, la caída en picado de las prestaciones públicas, el aumento de parados sin prestación y las malas perspectivas ratifican la defunción del Estado de Bienestar.

Nuestro sistema de protección social está pensado para dar una cobertura máxima de tres años y medio a los parados. En el mejor de los casos, un parado tendrá derecho a 2 años de prestación por desempleo y podrá recibir una ayuda adicional de 18 meses mediante el subsidio de desempleo.
Si miramos la evolución del paro mensual, podemos constatar cómo desde el verano del 2008, el número de parados no ha dejado de crecer y el síntoma de agotamiento de las prestaciones comienza a mostrar sus primeras señales. A efectos prácticos, nos quedan muy pocos meses para que el problema social de la carencia del Estado de Bienestar sea latente y la falta de recuperación clara en el mercado laboral, se va a convertir en un problema social de primer orden si no se ponen medidas urgentes en marcha.

No olvidemos que, el mileurismo, es lo que impera. En el mejor de los casos, apenas se llega a fin de mes y sin salir del barrio...como para irse al de al lado.

Ya lo decía el abuelo de Curro; "Nene, si estás parado, es que no te mueves. Por lo tanto, no vas a ningun sitio.".

Vamos, que este año...Las vacaciones, son las que se van...pero, sin nosotros!!








Fuentes:
Europa Press
INE
B. V. Conquero / P. Rodríguez
Miguel Cabrera
Cosas de Curro.

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