29 de mayo de 2009

¡Che que abuela! xD

Buenos días Calados y lectores y feliz fin de semana a todos!

Vamos a alegraros un poco la mañana, con algo que no tiene desperdicio...¡pedazo de abueli!...xD

¡Qué lo disftrutéis!




Carta de la abuela

Querida nieta:

El otro día tuve una experiencia religiosa muy buena, que quiero compartir contigo.
Fui a la librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía:

"TOCA LA BOCINA SI AMAS A JESUS"
Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el cristal del auto.
Al salir manejando, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos autos. La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas.

Allí me quedé parada, porque la luz estaba roja, pensando en el Señor y como El es bueno.
No me di cuenta que la luz se había puesto verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas.
La persona que estaba detrás de mí auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y gritaba: DALE, POR EL AMOR DE DIOS. Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina.

Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla.
Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular, levantando sólo el dedo medio de la mano.
Le pregunté a otro de mis nietos, que estaba conmigo, qué quería decir ese saludo, y me contestó que era un saludo Hawaiano de buena suerte.
Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera ! ! !
Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia religiosa que estaba viviendo.
Dos hombres de un auto cercano se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi auto, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a que templo voy.

Pero en ese momento fue que vi que la luz estaba verde. Entonces saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé la luz.
Luego de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido.
Por lo tanto, paré el auto, me bajé, los saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui.
Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres.
Besos,
Tu abuelita.


Publicado por Xel para Calados hasta los versos (mayo 2009)

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