¿Saben? La primera regla de un timo es que no se puede engañar a un hombre honrado. No se ha hecho nunca. No puede suceder. Imposible. Solo funciona si alguien quiere algo a cambio de nada. ¿Y qué hacemos? Pues le damos nada a cambio de algo. Lo timamos.
Esto es lo que ocurrió. Hace unos días, un embajador árabe ha cancelado su boda cuando descubrió que su futura esposa, que tenía su rostro cubierto con un ‘niqab', no era la mujer que la familia de la chica le había prometido: tenía barba y era bizca.
Según informa Gulfnews en el artículo "Man claims fiancee hid beard under niqab", el prometido, cuya identidad o nacionalidad no revela el periódico, alegó que la madre de su futura esposa le había engañado mostrándole fotografías de la hermana de la novia.
En las pocas ocasiones en las que la pudo ver, ella llevaba un velo que le cubría el rostro. El mismo día de la boda, cuando quiso besarla, descubrió que era barbuda y bizca. No se lo pensó. Canceló la boda y denunció que había sido timado.
El novio reclamó entonces a la familia de la prometida que le devolvieran las joyas, la ropa y los regalos que había hecho y cuyo valor calculó en medio millón de dirhams (alrededor de 98.600 euros).
Asimismo, pidió que la mujer se sometiera a pruebas médicas para determinar si sufría trastornos hormonales. El tribunal solicitó a la novia que se sometiera a dichas pruebas, que revelaron que no padecía ningún tipo de trastorno, y rechazó la demanda del novio de recuperar los presentes realizados a su prometida.
Y en Francia, no están para carnavales!!
Por otro lado, como ya es de conocimiento público, Francia creará un nuevo “carné de joven ciudadano”, impulsará la educación cívica y fijará nuevas normas de integración de extranjeros para reforzar el concepto de “identidad nacional” y “cultivar el orgullo de ser francés”, anunció el primer ministro galo, Francois Fillon.
Son solo las primeras medidas que se pondrán en marcha en el marco del polémico debate de identidad nacional lanzado hace tres meses, cuando se planteó a todos los ciudadanos la pregunta de qué significa ser francés hoy en día.
Lejos de darlo por concluido pese a las numerosas críticas que ha generado entre todas las fuerzas políticas, el Gobierno quiere “profundizar” aún más en ese debate y tomar nuevas medidas.
De hecho, tal y como ha anunciado el primer ministro, se creará una “comisión de personalidades”, entre las que incluirán parlamentarios, intelectuales e historiadores, que se encargará de hacer un seguimiento de la aplicación de las iniciativas anunciadas y plantear otras en el futuro.
“Nuestro primer objetivo es hacer que se conozcan mejor los valores de la República”, dijo Fillon en rueda de prensa tras reunir a buena parte de su gabinete en un seminario ministerial dedicado exclusivamente a sacar conclusiones de las innumerables propuestas surgidas a raíz del debate de identidad nacional.
El segundo objetivo, añadió, será “cultivar el orgullo de ser francés” y el respeto a los símbolos de la República, y el tercero, “reforzar la integración de los extranjeros”, para lo que se pondrá el acento en los valores de la República o el conocimiento de la lengua francesa.
Como ejemplos concretos, la bandera tricolor francesa deberá ondear en la fachada de los colegios y será obligatorio colocar en un lugar visible de cada aula la Declaración de los Derechos Humanos y de los Ciudadanos de 1789.
A eso se añade la creación de un “carné de joven ciudadano” o el refuerzo de la educación cívica en todos los colegios y del “contrato de acogida e integración” de los extranjeros.
Ese carné, de cuyos detalles no dio muchas explicaciones el primer ministro, consiste en un documento que se repartirá a todos los escolares franceses y que les acompañará hasta el bachillerato para dar testimonio de un compromiso cívico con Francia desde la infancia.
Es una de las primeras acciones que se desprenden de un debate tachado de electoralista por la oposición ante la proximidad de los próximos comicios regionales, y muy vinculado por algunos con la inmigración, concretamente, con la polémica surgida en Francia en torno al uso del “burka” o velo islámico que cubre por completo a la mujer.
Para el Gobierno, no ha sido más que una “etapa” de un asunto que se ha esquivado durante mucho tiempo y sobre el que se pronunciará el propio presidente Nicolas Sarkozy en el mes de abril, después de las elecciones, y se celebrará un segundo seminario ministerial, cuya fecha aún no ha sido precisada.
Fillon hizo hincapié al subrayar que ya “no es una cuestión tabú, es una cuestión republicana”.
Y es que, según el mandatario, “existe una profunda demanda de unidad y de orgullo nacional”.
Así lo ha puesto de manifiesto el gran éxito del debate, a juzgar por el seguimiento que ha tenido en los medios de comunicación, el número de participantes en las reuniones organizadas en todo el país en torno a esta cuestión o el “récord de audiencia” en la página de internet creada para que cualquiera pueda expresar su opinión.
La encuesta encargada y presentada por el ministro de Inmigración y promotor del gran debate nacional, Eric Besson, revela que un 74 por ciento de los franceses se siente “orgulloso” de su nacionalidad y un 76% considera que existe una “identidad francesa”.
También la mayoría, el 65%, considera que la identidad nacional tiende a debilitarse, y un 74% opina que valorar este concepto de identidad es algo importante.
Estos datos, que hoy se han analizado en el seminario ministerial, demuestran que el debate está en la sociedad, en los medios de comunicación, en internet y en las discusiones de los ciudadanos, dijo Fillon.
Hay que afrontarlo “de manera natural y serena, no partidista” porque, en su opinión, “no hay nada peor que el silencio”.
Y del whiskey y la minifalda..........................al Burka!!!!
¿Se acuerdan ustedes de Fátima Hssisni? Una mujer, al parecer musulmana, que al no querer quitarse el “burka” en su comparecencia ante la Audiencia Nacional, donde tenía que declarar como testigo. Eso aconteció hace unas cuantas semanas. Aquel día, el juez Gómez Bermúdez y el fiscal estuvieron dialogando bastante rato con Fátima para tratar de convencerla de que para declarar ante el tribunal tenía que quitarse el “burka”, pues la normativa así lo exige.
A la semana siguiente, Fátima Hssisni acudió a declarar ante la Audiencia Nacional, vestida con el “burka” y enfundada en oscuros guantes. Gracias a la televisión, los ciudadanos pudimos ver a Fátima, de espaldas, quitándose uno tras otros los velos que cubrían su rostro. Lo hizo con lentitud, teatralizando de alguna forma ese “desnudo”. Antes, a su paso ante un nutrido grupo de periodistas, dijo que la polémica por el “burka” se debía a un problema de “incultura”.
Pero, mira por donde, ella, Fátima Hssisni, hasta hace poco era una “inculta”, que le gustaba asistir a las discotecas de los infieles, inundar sus pulmones de tabaco, marca “Marlboro”, y consumir whisky ”J&B”. Así lo recoge un reportaje (y fotografías) publicado hace unos dias por el diario “El Mundo”, firmado por Héctor Marín y Andrés Moya.
Los periodistas nos relatan la vida de Fátima, diciendo que nació en Marruecos, que lleva en España 22 años, y que “se casó por la Iglesia católica con un chico de un pueblo de Jaén” llamado Francisco Ródenas.
El reportaje nos pone al día so bre esta mujer: “en enero de 2006, los nombres de Paco y su esposa saltaron a las portadas al ser detenidos en la operación Chacal por pertenecer a una red islamista que fichó muyaidines para combatir en Irak.
Entre ellos, Hassan, uno de los propios hermanos de Fátima, que murió conduciendo un coche bomba en Faluya en 2005, o Belgacem Bellil, uno de los dos kamikazes que se puso al mando del camión bomba que mató a 19 italianos y nueve iraquíes en la base de Nasiriy a en 2003. Paco fue liberado de inmediato y Fátima pasó dos años en prisión preventiva, hasta que se levantó su procesamiento”.
Los veinte años de Fátima en España dan para mucho; desde las “minifaldas de vértigo, sus escotes acantilados, sus 170 centímetros europeizados” hasta las “discotecas, fumar Marlboro y tomar cubatas, a ser posible J&B con cola“. Un estilo de vida, como dicen los autores del reportaje, “muy lejos del que marca la ortodoxía islámica”.
Más tarde, al parecer tras un viaje que Fátima y Paco hicieron a Marruecos, todo cambió. Ella abandonó el tabaco y el alcohol; y él adoptó el nombre de Yusuf…
Debió ser algo muy fuerte, como para perder el nombre y el gusto por el tabaco y el whisky. Hombre, lo de las bebidas alcoholicas y el tabaco, está muy bien dejarlo. Por su salud y de los que le rodeen..............Pero chica, lo de los amigos terroristas............
Pues eso, que no es carnaval........... Ni para la mama que le coloca a la niña barbuda al embajador, ni para los que ocultan su cara a la justicia, y ni si quiera, a la que dejan la "doce vita" por un Burka que huele a explosivos.
El problema viene porque los que vienen de fuera acaban intentando imponer sus costumbres sobre las del pais de acogida. Yo cuando voy a un sitio me adapto a sus costumbres y sino me voy. Es así de sencillo, además en esos paises de origen no admiten ninguna costumbre que no sea la de ellos.
ResponderEliminarSaludos.
totalmente de acuerdo.Si nosotros vamos a su pais tenemos que acatar sus costumbres.Pues si ellos vienen aqui que hagan lo mismo.
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