Hace unos cuantos días que no puedo escribir nada decoroso en este blog. Cada que vez que comienzo con un tema la realidad me lo cambia abruptamente. Y los hechos se suceden deprisa y no nos dan tiempo a reflexionar y, mucho menos, a analizarlos que ya otro suceso ocurre y cubre al anterior.
Si nos ponemos a mirar hacia atrás, en las últimas dos semanas han pasado tantas cosas que el vértigo las cubrió y ya nos olvidamos de la mayoría de ellas. Pero hay hechos que el olvido no puede cubrir. Sucedidos que dan bronca de solo recordarlos, por ejemplo:
El asesinato del vecino de Valentín Alsina a manos de un adolescente reavivó la discusión acerca de la inseguridad y de la pena a los menores, pero nadie reflexionó acerca de la portación de armas y cómo éstas, en manos de inexpertos, pueden complicar las cosas. Pero si pensamos que teníamos bastante, en un grupo de vecinos imperó el instinto animal en vez del raciocinio al que están obligados y lincharon a un fiscal, a un empleado municipal y no siguieron porque su sed de venganza no consiguió más víctimas.
Pero la bronca sigue y un sacerdote juntó años de acusación porque desconoció su cargo e investidura y cometió en forma reiterada el peor crimen que se le puede propinar a otra persona. Abusó de menores de edad en forma reiterada, abusó de su cuidado sobre ellos, abusó chantajeándolos con la comida y la casa, abusó de lo peor que puede tener un ser humano.
Los políticos, para no alejarse de la bronca general, inventaron las candidaturas testimoniales. El descaro llegó a anunciar candidatos que cuando ganen no van a asumir. Otros renunciaron a los cargos para los que habían sido elegidos para perpetuarse en ellos y para colmo, el candidato que mejor suerte le auguran las encuestas no tiene experiencia política sino mucho dinero para gastar en campaña.
La bronca sigue si pensamos en el dengue, una de las tantas enfermedades que creíamos erradicada, que desnuda la inoperancia y la falta de previsión, que nos muestra pobres y desorganizados
Hoy se dio a conocer la noticia de una nena de 13 años internada en
Las cosas que más bronca me dan son las que suceden y parecen no conmover a nadie.
Por desgrácia el ser humano está inmunizado de todas las desgracias ajenas... Sólo si paramos un poquito y reflexionamos nos damos cuenta de que no podemos seguir así, de que nos estamos llevando a la autodestrucción. Ojalá la humanidad encuentre pronto ese otro camino que nos lleve a la cordura y a la verdadera libertad.
ResponderEliminarGracias por darme la oportunidad de pararme un poquito a reflexionar. Un abrazo luis.