Pequeños
detalles
que llenan
el salero de
mi felicidad.
Ese instante en el que soy consciente de que mis hijos se hacen mayores. Pero añoro cuando eran bebés.
Aquellos fantásticos cinco minutitos de más después de sonar el despertador.
Cuando me dan mimitos, muchos mimitos.
Mis clases en el gimnasio, aunque luego tenga agujetas.
Decir y que me digan “te quiero”.
Esos ratitos de soledad tan necesarios, al menos para mí.
Un café con amig@s.
Que mi peque me diga “hueles a mami”.
Siendo fiel a mí misma.
En invierno, acurrucarme en mi sofá con una mantita.
Saber que él me ama y además me lo diga cada vez más seguido.
Cuando mis hijos dijeron mama por primera vez.
Un paseo por el campo sin más sonido que el cantar de los pájaros.
Que me abracen y abrazar, pero abrazos de los de verdad.
Echar unas risas, de aquellas de dolor de barriga y todo.
Cuando lo que digo o hago beneficia a alguien.
Escribir, que me leáis y leeros, por supuesto.
Seguro que me dejo muchos momentos por poner...
¿Os apetece compartir los vuestros? ^^
"Siempre nos quedará París".... xD
ResponderEliminar¡Pero que te quiten lo "bailaó"...¿o no?. Eso te lo quedas para ti solita y lo que queda por vivir!!!... ;-)
Un besazo Emma
Arwen
Arwen, estos días que vas a pasar fuera, seguro que te dejarán muy buenos momentos para recordar :D
ResponderEliminar¡Se feliz! ^^