
De un tiempo a esta parte, los que ya tenemos unos cuantos años, vemos cosas que van cambiando. Unas para bien y otras no tan buenas o mejor dicho, más raras o tirando a curiosas. No cabe duda que esta sociedad de consumidores y los que ganan en esto, facilitan estas modas o cambios de costumbres. Por supuesto me refiero a las fechas en que estamos y como se estan celebrando.Por supuesto,nos referimos al Halloween, que desde hace no más de tres decadas, están celebrándose en España.

Mira por donde, a Todos los Santos, le ha salido un competidor...Halloween. Luz vs. tinieblas, Vida vs. muerte, Amor vs. consumismo egoísta. ¿Puede haber contraste mayor entre estas dos celebraciones de estos días?.
Un dato, la pasada semana se ha realizado una encuesta , como no podía ser de otra manera, para pulsar el grado de incidencia de esta costumbre anglosajona y sobretodo americana-holliwoodense, en nuestro país. A la pregunta de si de alguna manera se iba a participar en algún evento de esta índole; baile, fiesta, disfraz, alguna actividad, etc., la respuesta afirmativa fue de un 39%. Teniendo en cuenta que algunas personas estarán en estos eventos de una manera más bien pasiva, puede que el muestreo indique que todavía no sea tan popular...a pesar de los medios de comunicación y comerciales que pretenden vender algo en estas fechas y este o el otro motivo.

Por supuesto, no se alarmen, en varias ciudades españolas, por ejemplo en Cádiz, se siguen celebrando Los Tosantos, castañas asadas, chucherias y fiesta tradicional.Por otro lado,sigue siendo mayoría, la costumbre de comprar flores y visitar a los difuntos en estas fechas, más bien el día 2 de Noviembre, Día de los fieles difuntos.
Ay las fiestas...esta visto que somos un país de mucha fiesta, la nuestra y la que venga...si hace falta. No es necesaria una justificación, si es para fiesta, ben venido sea!. Sin embargo, en estas fechas, por más que se intenten vender el Halloween, hoy por hoy, no deja de ser algo importado y que no va mucho con nosotros y menos, con los mediterraneos.
De la luz de los santos a las tinieblas del Halloween.

Año tras año Halloween se apodera de otro pedacito del Día de Todos los Santos y de su aneja veneración de Todos los Difuntos. Se siguen comprando flores y visitando cementerios para honrar a los que ya no están, pero el recogimiento, el silencio respetuoso o la emulación de los antepasados dejan paso al jolgorio y la algarabía bajo disfraces monstruosos, sobre todo entre las nuevas generaciones. Los niños recolectan caramelos casa por casa después de que en las escuelas, tan dadas hoy día a tener entretenidos a los alumnos, se hayan organizado concursos de disfraces tenebrosos que, en la mayoría de los casos, ponen a disposición de los consumidores los avispados empresarios chinos.
El origen de la festividad del Día de Todos los Santos parece estar ligado a la persecución de los cristianos por parte del emperador Diocleciano (284-305), que incrementó tanto el número de mártires que no se podían venerar por separado, por lo que surgió la necesidad de rememorar en común su ejemplar conducta en una fiesta que se comenzó a celebrar, aunque en diferentes fechas, a partir del siglo IV.

La Roma pagana observaba el fin del año el 21 de febrero con una fiesta llamada Feralia, en la que se rezaba y hacían sacrificios por los difuntos. Con la cristianización del imperio, los papas fueron reemplazando las prácticas paganas, aunque se fundieran con ciertos aspectos de las mismas. El 13 de Mayo de 609 o 610, el Papa Bonifacio IV consagró el Panteón Romano (donde antes se honraba a dioses paganos) para ser templo de la Santísima Virgen y de todos los Mártires, dando inicio a la fiesta de todos los santos que ha llegado hasta nosotros. Gregorio III (731-741) la transfirió al primer día de Noviembre y Gregorio IV (827-844) extendió esta fiesta a toda la Iglesia.


Conclusión.
Mientras la fiesta de todos los santos tenía una función moral ejemplificante, hoy día se está retrocediendo a costumbres propias de sociedades bárbaras (que conciben a los muertos como númenes monstruosos), aunque el festejo esté adecuadamente condimentado para el consumismo del mercado pletórico de nuestros días.

Una encuesta realizada recientemente, con vistas a estas fechas, asegura que un 41% de los estadounidenses (cifra que aumenta hasta el 49% en Canadá) está convencido de que los fantasmas existen. Es más, el 14% se jacta de haber estado en una casa encantada y el 9% jura haber sentido la presencia de un espíritu. En Francia, en cambio, sólo entre el 10 y el 20% cree en fantasmas, mientras que en Japón, país con una tradición milenaria en la veneración de los espíritus, el 80% de sus habitantes consideran a los fantasmas como uno más. Sólo Taiwan les supera, con un 87% de crédulos.
Una población mayoritariamente ignorante y supersticiosa es mucho más fácil de manejar, ya sea por las clases dirigentes del propio estado, o por dirigentes políticos de otros estados.
No sabemos si al cabo del tiempo esto del Halloween prosperará en España, o mejor dicho, si esta corriente consumista importada de Estados Unidos, triunfará.
Y aquí lanzo la pregunta...triunfarán los santos o el terror?
"Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada."(Edmund Burke)