Yo creo que pasaría lo siguiente:
Los que son una mierda, seguirían siéndolo y el cambio no aportaría nada. Pero los que actúan como mierda, sólo porque viven esforzándose por mejorar, esos, se volverían gentes muy agradables... y como si esto fuera poco, los bondadosos de corazón, dejarían de cuestionarse y tendrían mucho tiempo libre para hacer las cosas bien.
—Pero al final es lo mismo.
—No, no lo es. La sociedad en que vivimos cree que hay que educar la solidaridad, yo creo que hay que dejarla salir.
—¿Qué tal educar para dejarla salir?
—Quizás pudiera ser útil, pero sin forzar a nadie a ser solidario. Eso es empujar al río para que fluya... y no me cuadra.
—Pero entonces existen mejores y peores personas, existen el egoísmo y la solidaridad, existen el bien y el mal.
Incluso admitiendo que no todos tienen alas, yo creo que cada uno puede aceptar su camino; o tratar de crecer para ganar altura.
Pero la locura existe y hay algunos que, en lugar de alzar vuelo, dedican su esfuerzo a trepar para parecer más altos; y quienes, aunque suene increíble viven enterrándose más y más abajo buscando no sé qué respuestas. "
Leyendo esto, ¿no os sentis identificados?
¿Escondemos nuestros sentimientos detrás de actitudes que no se corresponden? ¿Vivimos de acuerdo con lo que nos dicta el corazón, o nos importa demasiado el qué dirán? ¿Tendríamos que ser más egoístas, me refiero a pensar primero y más en nosotros mismos, para ser más felices?
Por otro lado, es cierto que la solidaridad hay que dejarla salir, no se puede forzar, pero para que eso sea así, primero hay que educarse en ella, siendo niños, no sólo por los padres, sino por todos los adultos que con ellos nos relacionamos y convivimos. De todos es la responsabilidad.
Tenemos que sentirla en el corazón como un sentimiento más, sí, y nuestra obligación es educar a nuestros pequeños para que también en ellos sea algo natural y el ciclo de la vida hará todo lo demás.
Vive y deja vivir. Y de paso, se solidario.
En lineas generales vivimos en un mundo donde la mayoría de personas prefieren "mirar hacia otro lado" y hacer como que no ven nada o no pasa nada. Hay muy poca gente dispuesta a ayudar, pero si mucha gente dispuesta a seguir alimentando su ego y su materialismo. Difícil tarea Emma, pero desde luego la educación es una clave para abrir esa puerta y humanizarnos un poco más.
ResponderEliminarBsss.
Arwen
Ya lo sé Arwen, es complicado, y lo peor es cuando los beneficiados por tu voluntad de hacer cosas por ellos, ni siquiera lo agradecen. Creo que el propio egoísmo y la envidia, les hace tan miserables, que no aceptan que haya personas que nos demos a los demás sin pretender nada a cambio.
ResponderEliminarUn abrazo :)