Yo sé que antes de nacer fui palabra. Palabra que cantó rimas, bailó con la guitarra y cabalgó con los héroes de antiguas historias. Yo sé que fui palabra... ¿De qué otra manera explicar mi obsesión? Yo las acecho, les salto, las cazo e intento domarlas cuando sé que es imposible. ¿De qué otra manera explicar que siempre vuelvo a ellas no importa cuan perdida esté? He quemado cuentos y expatriado poemas pero siempre regreso a sus brazos como soldado después de la guerra.
Yo sé que fui palabra. Todavía escucho a mis hermanas silbando pícaramente en el viento y haciéndome muecas escurridizas en los espejos como ángeles en pleno juego. Todavía mi alma de palabra me hace caminar por las paredes intentando apagar los ecos en mi cabeza que exigen llegar al papel. Todavía siento el martilleo en el pecho de esas palabras esclavas que claman libertad y yo no sé como liberar.
Yo sé que fui palabra. Lo grita alma cuando mis manos trazan el camino de mi tinta.
Lee más de esto en: almadepalabra.blogspot.com
Hola Edith.
ResponderEliminarEn uno de tus post, decías que para ti lo que escribes son solo palabras incoherentes, pero los que las leemos recibimos un baño de sentimientos.
Felicidades y suerte.
Es bonito lo que dices, la palabra es hermosa y plasmada sobre un papel cobra otra dimensión.
ResponderEliminarSiempre, desde niña me ha gustado escribir... las palabras, unas detrás de otras, que nos hacen dar rienda suelta a lo que llevamos dentro.
Encantada de leerte